"Entiendo y he asimilado la cultura llamada occidental hasta un grado relativamente alto; admiro a Bach y a Prokofiev, a Shakespeare, Sófocles y Rimbaud, a Camus y Eliot, pero más plenamente gozo con las canciones tradicionales de mi pueblo; puedo cantar, con la pureza auténtica de un indio chanka, un harawi de cosecha. ¿Qué soy? Un hombre civilizado que no ha dejado de ser, en la médula un indígena del Perú; indígena, no indio. Y así, he caminado por las calles de París y de Roma, de Berlín y de Buenos Aires. Y quienes me oyeron cantar, han escuchado melodías absolutamente desconocidas, de gran belleza y con un mensaje original. La barbarie es una palabra que inventaron los europeos cuando estaban muy seguros de que ellos eran superiores a los hombres de otrasrazas y de otros continentes «recién descubiertos».
José María Arguedas
Su experiencia lo realizó en el colegio Pumaccahua de
Sicuani, donde se desempeñó como profesor de Castellano y Geografía,
luego en “Nuestra Señora de
Guadalupe”, en Lima. Inicia
tipificando a tres
tipos de docentes: los que
bostezan, llegan tarde y se pasan el año dictando su curso;
los que son fieles cumplidores de los programas oficiales como se cumple
con fidelidad en la disciplina militar;
y se deduce de un tercero: un
docente que cumple
según las exigencias
del contexto, por eso sostiene que
los estudiantes empiecen a
estudiar la región
o provincia donde funciona su colegio y los pueblos de origen de los alumnos. Él, obviamente, estaba entre los
terceros, como verdadero maestro, que le interesa una educación con el propósito
de cambiar a la persona y por ende a la sociedad a través de investigaciones que
realicen los estudiantes teniendo como base su realidad o
entorno. Estas investigaciones debían desarrollarse con sumo cuidado y responsabilidad con la orientación del
docente; vemos reflejada la corriente constructivista tan de moda en estos
últimos años, pero
practicada con anticipación
por Arguedas.Propone y desarrolla una actividad docente centrada, no
solo en los planes oficiales, sino en “despertar en los alumnos la inquietud de
investigar por cuenta propia…y un interés exigente de conocer a su país.
Inquietud e interés
que en nuestro
país como el Perú, resultan indispensables”
En este aspecto practica una pedagogía
centrada en el estudiante y no en el docente; este último planifica en función
de los intereses y necesidades del estudiante, otro principio del
constructivismo. Asimismo, se
evidencia la práctica de la
inteligencia emocional
porque los estudiantes
reconocían sus emociones o
sentimientos .
Consideraba al folklore como una vía
para conocer al pueblo y una fuente para
educar. Exaltó la importancia del
folklore quechua al
igual que el europeo o
foráneo. Concebía que la mejor
poesía era transmitida a través de las canciones que expresaban la
idiosincrasia, las costumbres y las experiencias de los hombres. Rescató la
idea de Issamit,
pedagogo chileno, cuyo propósito
era convertir la música en un medio formativo
y que los
estudiantes aprehendieran el alma de los pueblos creadores de las
muestras folklóricas. Citamos la tesis central que postulaba Arguedas: “El
Folklore puede servir para los educadores como una fuente, proporcionando
material para la educación misma; sobre todo puede servir como información para
conocer el espíritu, el modo de ser de los estudiantes y de los padres de
familia del pueblo en el cual uno trabaja”. Esto demuestra que la música puede
ser una vía o instrumento para educar; los conocimientos se pueden convertir en
canciones y ser más interesantes para los aprendices. Se convertiría en una
actividad lúdica: entretenida y motivante.
Su canto duele...
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